Primero que nada, no es hotel, no sabrĂa cĂłmo llamarle pero hotel no es. Fuimos mi esposa, mi bebĂ© de un año y yo. Es un lugar sencillo, eso no serĂa problema si no fuera porque te venden otra cosa. La cabaña sencilla, es lo mĂĄs simple del mundo, sin muebles, muy pequeña para los tres, de barro y piso de madera muy rĂșstica, con plaga de hormigas y arañas. Cuando pedimos fumigar, llegamos con las arañas y hormigas muertas tal cual donde se esparciĂł el insecticida sin preocupaciĂłn de la limpieza. Cama matrimonial llena de polvo y arañas. No es una opciĂłn para familias usar esta cabaña. El rancho estĂĄ descuidado, pocas opciones de comida, todo vegetariano pero aĂșn asĂ sin opciones y caro. Los animales en un estado triste, falta mucha higiene, nadie nos ofreciĂł ningĂșn otro tipo de paseo. Paola y Lupita dieron buen servicio pero Edgar, el encargado que nos tocĂł, apenas nos dirigiĂł la palabra y no estaba la mayor parte del tiempo. Este lugar es para personas que de verdad no tengan problemas con los insectos, con pocas expectativas de comodidad, no es un lugar para familias con niños muy pequeños como es mi caso. Si quieres la cabaña sencilla el baño estĂĄ afuera, apartado. Esto no es prĂĄctico para familias, es mĂĄs, ni para personas pues si llueve todo estĂĄ enlodado. Ah! No hay internet, si tienes suerte sĂłlo llegarĂĄ internet de Telcel a tu celular. No es lo que promete, quedamos invitados a no volver.