Mala educación y poca amabilidad por parte de la recepción y dirección del "hotel", pues funciona más como habitaciones en edificios de alquiler turístico. No entiendo el tres estrellas pues he estado en hoteles de esa categoría y jamás me hubieran culpado de ensuciar unas toallas con manchas muy marcadas de antiguo, las reconozco pues soy lavandero profesional de espectáculos, aunque las haya usado por una ducha. Reponerlas por unas limpias me exigían un plus de 20 euros. Les falta humildad en el servicio y atención al cliente, pues pagué por 2 personas y sino exijo no me ofrecen los 2 desayunos pagados, todo y así se ahorraron un café y zumo por día que nunca ofrecieron. En las habitaciones solo ponen una toalla de manos, así que el secado solo se hace con la grande para cuerpo y pelo. El distribuidor de papel en el baño, tal muestra una foto, esta a metros del retrete por lo que hay que desplazarse. La entrega de llaves solo funciona por telefonillo y en un cestito en la puerta de entrada. Yo no lo recomiendo.