Nuestra habitación no existía cuando llegamos, éramos 4 y tenían apuntado 2.
Nos mandaron a la última habitación del hotel, por apuntar era de las únicas que no tenía entrada digital si no llave normal.
Cuando fuimos a meternos a la cama, una de las cuatro camas tenía el somier doblado, por no molestar a esas horas decidimos dormir en el suelo.
A primera hora de la mañana lo comunicamos en recepción, y nos la cambiaron por una igual o más doblada. Lo volvimos a comunicar a las 12, las 16h y a las 20h y caso omiso. No había personal nos dijeron en la última queja. Nos tocó volver a dormir en el suelo.
Las tuberías del baño desprendían un olor asqueroso.
En cuanto al hotel, de los años 30 por lo menos. Bastante viejo, el entorno de la piscina y la piscina en estado lamentable sucio y viejo.
No volveremos