Nada más llegar al hotel me di cuenta de que la entrada no era lo que me esperaba, pero bueno no pasa nada... Luego al llegar a la habitación el baño olía como a cucarachas o algo parecido, a fossa séptica por asi decir. La habitación super pequeña, aunque tenía una ventana que daba a la calle, y cuanto al desayuno muy bien también en cantidad y variado. Al principio muy bien el recepcionista de la pensión muy atencioso y muy gracioso pero en el último día nos preguntó que si queríamos un taxi y hubo un mal entendido, pues todos los taxis de Roma que van al aeropuerto de ciampino cuestan 30€ y el nos llamó un servicio de taxi particular que nos costaba 50€ y al final de todo el RECEPCIONISTA NOS HIZO UNA ESTUPIDEZ TREMENDA..... Por no aceptar el precio del servicio de taxi que el nos quería cobrar.AHORA MI MARIDO:al final, por no errollarme...tener cuidado ,por majos que parezcan que son todos unos listos.